Al servicio de nuestros afiliados
Una entidad profesional no puede limitarse a fines tan genéricos como la defensa de los intereses generales de la profesión, por mucho que deba perseguir también ese objetivo.
Es absurdo ignorar que, pese a pertenecer al mismo sector, una gran empresa con varios salones y decenas de empleados comparte pocos intereses comunes con el salón de un autónomo sin personal.
Por ello, una asociación moderna debe ofrecer también servicios a sus afiliados, de modo que puedan percibir de forma nítida la utilidad de pertenecer a ella.